jueves, 9 de marzo de 2023

Las ideas detrás de la elite global. Yuval Noah Harari

 

Los sucesos internacionales nos muestran la conformación de un gobierno mundial dirigido por una élite de tecnócratas y financistas con una idea de futuro concreta y en búsqueda del poder suficiente para llevarla a cabo. Este gobierno global está impulsado por organismos internacionales, fundaciones, ONGs, etc con una clara Agenda. De hecho la han manifestado, la Agenda 2030. 


¿Qué pretenden del mundo estos filántropos globalistas? Para poder responder esta pregunta voy a dejar hablar a uno de ellos: Yuval Noah Harari. 


¿Quién es Yuval Noah Harari?



Harari es historiador y escritor israelí, profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Entre sus obras más importantes y populares se encuentran Sapiens: De animales a dioses, Homo Deus: Breve historia del mañana​ y 21 lecciones para el siglo XXI. Sus ideas han sido propuestas públicamente por varios tecnócratas de Silicon Valley entre los que se cuentan Mark Zuckerberg fundador de Facebook y dueño de la actual Meta. A su vez, Harari ha sido asiduo participante del Foro Económico Mundial.




Participación de harari en el Foro Económico Mundial en 2018

Esta conferencia está en línea con su popular libro Homo Deus en el que dice:


“Los bioingenieros tomarán el viejo cuerpo del ‘sapiens’ y, con deliberación reescribirán su código genético, reconectarán sus circuitos cerebrales, modificarán su equilibrio bioquímico e incluso harán que les crezcan extremidades completamente nuevas. De esta manera crearán nuevos diosecillos, que podrán ser tan diferentes de nosotros, como diferentes somos del ‘homo erectus’”


Y para cerrar las ideas de Harari cito dos intervenciones suyas en la televisión:


“Ahora los humanos están desarrollando poderes mayores que los de antes. Estamos realmente adquiriendo poderes divinos de creación y destrucción. Estamos realmente mejorando a los humanos para hacerlos dioses. Estamos, por ejemplo, adquiriendo el poder para rediseñar la vida.”


“Los humanos son ahora animales hackeables. Toda esta idea de que los humanos tienen alma o espíritu, y de que tienen libre albedrío y nadie sabe lo que está ocurriendo dentro de mí. Entonces lo que yo escoja, ya sea en las elecciones o en el supermercado es mi libre albedrío. Eso se acabó.”



Evidentemente luego de escuchar a Harari a quienes tenemos respeto por la naturaleza y el hombre se nos revuelve el estómago. Si bien esto podría ser el delirio de un hombre desquiciado, que de hecho según mi visión lo es, su peligro radica en la influencia que tiene sobre quienes tienen el poder de modificar la realidad. Las ideas del historiador y profesor de la Universidad de Jerusalén se leen en los círculos financieros, tecnocráticos y políticos del más alto nivel y lo que más alarma son las propuestas concretas y muchas de ellas ya en funcionamiento de muchos organismos internacionales o empresas privadas en esta línea. Basta leer el informe publicado por el Ministerio de Defensa del Reino Unido y el Ministerio Federal de Defensa de Alemania en el 2021 Aumento Humano - El amanecer de un nuevo paradigma para entender de lo que hablo. Por lo expuesto es que tomo las ideas de Harari para analizar la visión del hombre y el mundo que proponen los globalistas. 


Para Harari el hombre es pura materia en evolución. Desde el momento en que surgió todo la materia fue combinandose de manera azarosa hasta que en un momento dado surgió un organismo unicelular. Millones y millones de años de combinaciones azarosas desembocaron en el homo sapiens, el hombre. Hoy estamos en un momento de esa evolución en la que somos capaces de intervenir para acelerarla. Hasta aquí la naturaleza ha hecho su trabajo, ahora le toca al hombre acelerarlo. 


“La ciencia está reemplazando a la evolución por la selección natural por la evolución por diseño inteligente” expresó en su intervención el joven Yuval. 


¿Hacia dónde va esta evolución?


La evolución que comenzó hace millones y millones de años se dirige hacia el Homo Deus, el Hombre-Dios, aquel ser humano (o no, no sabemos si cree que será el hombre o la máquina u otro objeto-ser el que llegará a ser Deus aunque en el título de su libro utilice la palabra Homo) que logre adquirir los atributos de Dios. 


“Nosotros somos probablemente una de las últimas generaciones homo sapiens. Porque en las próximas generaciones vamos a aprender cómo diseñar cuerpos, y cerebros, y mentes.”


En esta cita se ve claramente que lo que transformará al Homo Sapiens será la tecnología. El Homo Deus es el diseño del hombre por el hombre: el hombre podrá crearse a sí mismo. 


Ahora bien, si el objetivo final que trazó la elite globalista para la raza humana es el Homo Deus, ¿Cuál es el camino para llegar a él? 


En su exposición se repite varias veces una palabra del mundo informático: hackear. En realidad, hackear lo entiende como una intervención en la biología humana con la intención de mejorarla. Esta propuesta deriva de entender al cuerpo humano como una máquina reforzada por todas las innovaciones en el ámbito de las interacciones hombre-máquina, aspecto donde se ha dado la mayor inversión tecnológica al 2030. Y de ahí que el camino a seguir para llegar al Homo Deus sea la intervención en la biología humana con la intención de mejorarla. 



Esto no es más que transhumanismo puro y duro, o sea, el mejoramiento biológico a través de la intervención tecnológica. La humanidad está en el momento en el que dará un salto hacia la transhumanidad, ese el lugar donde, si bien aún habrá homo sapiens, habrá un nuevo tipo de homo más perfecto que el sapiens y más cerca del deus.


¿Qué consecuencias culturales trae esta visión para el siglo XXI? 


Las consecuencias ya las estamos sufriendo y son nefastas. Por un lado, una elite que está concentrando cada vez más poder para llevar adelante sus ideas a costa del mundo entero. Inunda todos los aspectos de la realidad para preparar a la humanidad para su visión del mundo: un grupo de seres humanos mejorados y otro grupo despreciado por no lograr este avance. 


Por otro lado, la transformación del sistema capitalista en un sistema donde, si bien se sigue buscando el mayor beneficio al menor costo, este principio estará al servicio del poder y del control. Hay una inversión de los fines: donde antes el poder y control se buscaba para acumular capital ahora se acumula capital para lograr tener más poder y control, medios necesarios para moldear la realidad. La acumulación de capital no tendrá como fin la felicidad humana y el goce individual y social sino la posibilidad de transformar e intervenir toda la realidad (con el hombre incluído) en pos del fin trazado. 


En el orden estatal, el disciplinamiento de las burocracias como verdaderas correas de distribución de lo dictado por el gobierno mundial. Este gobierno dirá lo que se debe pensar y lo que se debe hacer. El fortalecimiento de estas burocracias, instruidas y adoctrinadas por la educación pública, será a través de la transferencia de recursos del sector privado al público, de ahí que otra consecuencia será la pauperización cada vez más profunda del sector privado. La democracia dejará de existir aunque se declame, de hecho, las elecciones ya son una ficción, manipuladas abiertamente sin consecuencias. Esa manipulación se da a través del fraude electoral silenciado por la prensa y acompañado por la justicia o a través del adoctrinamiento social de los mass media. La participación política de aquellos que buscan el bien común será imposible, solo participarán de la comedia aquellos que se avengan al libreto. 


Los grandes medios de comunicación son los principales aliados de este nuevo orden ya que son aquellos que magnifican y transmiten lo que se debe pensar y lo que se debe hacer. Son también escenario donde se define la política nacional de los Estados y se desarrollan los mensajes culturales. 


En el orden económico, es la destrucción de la iniciativa privada en pos del engrandecimiento de lo público, es la transferencia de recursos privados a las arcas de los Estados, totalmente sometidos por la élite global. Los Estados dejarán de ser soberanos (muchos ya lo han dejado de ser) transformándose en jurisdicciones gobernadas por funcionarios del gobierno central. 


En el orden cultural, es el fin de un orden moral fundado en la naturaleza de las cosas y el inicio de una moral amo-esclavo, donde es bueno el más poderoso (en todos los aspectos del homo, de ahí la novedad) y malo el hombre común que quiere vivir una vida digna y en orden a la realidad. Hay una jerarquización social evidente en las palabras de Harari: los seres humanos mejorados por la tecnología son los únicos dignos de la existencia, los demás son la lacra que debe desaparecer, de hecho lo ha dicho públicamente!. 


En el orden educativo, es la destrucción de la formación integral de las personas por el adoctrinamiento que violenta la conciencia ya sea para aceptar el lugar que la élite nos ha asignado como para desarrollar un conformismo sumiso a los dictados de los mandones. 


En fin, es el reordenamiento de la realidad de acuerdo a una forma de ver el presente y pensar el futuro fundada en un desprecio manifiesto a lo humano y a lo divino.

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