sábado, 4 de marzo de 2023

Interrogantes sobre un mundo que se termina


La caída del muro de Berlín en 1989 y la posterior caída de la URSS en 1991 le dio a Estados Unidos el triunfo (que creyó definitivo) en la guerra fría. Para los que no saben, la guerra fría es el estado de conflicto entre los dos grandes triunfadores de la Segunda Guerra Mundial: Estados Unidos y la Unión Soviética, actual Rusia. Esta guerra, que se dio entre 1939 y 1945, enfretó a los Aliados (EEUU, URSS, Gran Bretaña, Francia y demás), por un lado, y al Eje (Alemania Nazi, Italia Fascista y Japón), por el otro. Una vez terminada, los dos sistemas con pretensiones de dominio global, Capitalismo y Comunismo, se enfrentaron de manera vedada, no directamente, a través de guerras en otros países para ver quien imponía su voluntad. Esta situación terminó cuando se dio la caída del sistema Comunista en Rusia. De ahí en adelante Estados Unidos propuso un sistema unipolar donde todas las decisiones globales debían pasar por la nación del norte de América.


En el 2001 EEUU sufre una ataque a las Torres Gemelas y acusa al mundo islámico radicalizado de haberlo perpetrado. A partir de este momento el Terrorismo internacional pasará a ser su nuevo enemigo. Estos sucesos hacen que la Comunidad Internacional representada por las Naciones Unidas (ONU) permita una serie de intervenciones norteamericanas en suelo medio oriental y Europa del Este al punto de llegar a amenazar lo que los rusos consideran suyo por historia y por derecho. Basta escuchar el último discurso del presidente Putín para entender lo que digo.



Por otro lado, China, nación milenaria que había sufrido desde 1850 a 1950 lo que ellos llamaron el Siglo de la Humillación perpetrado por el mundo occidental (un sometimiento más o menos directo que los llevó a la desaparición de su mundo tradicional y a un desorden manifiesto nunca visto). Recién con la llegada de Mao al poder y la fundación de la República Popular China de corte Comunista adquieren su independencia. Obviamente el comunismo en China no resolvió los problemas que generó la irrupción de la modernidad occidental sino más bien los agudizó y fue recién en el 2000 cuando China comenzó un desarrollo sin precedentes que no se detendrá hasta el día de hoy y que los pondrá, según su visión, nuevamente de pie y con el derecho de reclamar lo que consideran justo para ellos. 



El mundo unipolar que Estados Unidos pretendió luego de la caída de la Rusia Soviética se ve hoy amenazado por dos naciones con una historia y un recorrido milenario que, a pesar de tener sistemas modernos de gobierno y sociedades occidentalizadas, fundan sus pretensiones en la historia y la tradición. 


Todos estos sucesos hacen que el siglo XXI comience con grandes interrogantes en el orden religioso, filosófico, cosmológico, político, geopolítico, económico y social. 

  • ¿EEUU está dispuesto a un mundo multipolar donde tenga que compartir el poder con Rusia y China? Si no quiere tolerarlo ¿a qué está dispuesta para evitarlo? 
  • ¿El multilateralismo pregonado por Rusia y China es sincero o es la estrategia para debilitar a EEUU e imponer su proyecto al mundo? 
  • ¿Qué rol tiene las Naciones Unidas en esto? 
  • ¿Cuál es el proyecto global que propone EEUU y por qué? ¿Es de EEUU o EEUU es el vehículo de una elite global que luego saltará al gobierno mundial? 
  • ¿Qué explicación histórico-filosófica tiene todo este caos que es el siglo XXI?


Sacando a la prensa cooptada por los intereses de uno y otro bando que no analizan sino intentan imponer una imagen que justifique el obrar de sus socios, los analistas que tienen la firme intención de ver la realidad y comunicarla (las redes sociales han permitido acceder a estos análisis y observaciones que cuestionan el discurso único de los medios masivos de comunicación), se han enfocado en el proyecto mundial de lo que han llamado la elite global como si ya estuviera consolidado y solo quedara resistir. Pero viendo el derrotero histórico anterior y la situación de las grandes potencias al día de hoy vemos que ese gobierno mundial no gobierna el mundo, aunque sí occidente, y esa elite que llamamos global no es tal sino una élite sin patria con la intención de hacer al mundo su patria. Y este punto no es nada desdeñable a la hora del análisis de la realidad pues puede llevarnos a pensar que el proyecto que esa élite nos impone en occidente (y lo pretende para el mundo entero) no es más que una estrategia en esta guerra por el control global. De ahí una serie de preguntas surgen de esta duda:


  • ¿Inspira a la élite cosmopolita que somete a Occidente la acumulación de capital como sucedió con las élites europeas del siglo XIX y norteamericanas del siglo XX? ¿Todo es por dinero? ¿Seguimos viviendo en un mundo capitalista en Occidente?
  • ¿Se toman decisiones para desarrollar el crecimiento económico o se toman decisiones para aumentar el poder político? 
  • Quienes tienen el control de los recursos más importantes, ¿toman decisiones por qué quieren acrecentar su poder económico y así vivir una vida hedonista y de placer o quieren acrecentar su poder económico para aumentar el control sobre las personas y moldear el mundo a su antojo? 
  • ¿Lo que mueve a la élite global es el dinero o el poder? 


Los leo para comentar y debatir.


2 comentarios:

  1. La élite globalista domina EE.UU, Europa y Canadá de modo más directo y tiene un control indirecto sobre naciones de Asia, África y América. Aunque buscan un proyecto de gobierno mundial, no todos en la élite globalista piensan lo mismo, menos cuando hay dinero y poder en el medio. El fundamentalismo islámico es un enemigo claro de la élite globalista. Rusia también lo es. China tiene una guerra comercial y por la hegemonía mundial con EE.UU, pero no está claro que sea o no funcional al globalismo. De hecho en Davos 2021 China fue casi el modelo propuesto por la élite globalista para inspirar a los arquitectos de la fase actual del Nuevo Orden Mundial. Dentro de las naciones desarrolladas y algunas del mundo iberoamericano hay una reacción parcial en las corrientes de Nueva Derecha antiglobalista y en los nacionalismos de Tercera Posicion. Qué saldrá de todo esto, solo Dios lo sabe. Hay que rezar, estudiar y comprometerse a trabajar en los cuerpos intermedios; en la cultura, el arte y la educacion; en organismos de la sociedad civil y en la política, si se tiene vocación para ella..

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  2. Muchas gracias por tu comentario Fernando! Siempre preciso y esperanzador.

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